Si queréis saber algo del programa que cierra el ciclo de ciencia ficción, tendréis que escucharlo (jua jua jua).
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Homenaje a Osías Stutman y un poema
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Casa Amèrica Catalunya rindió un emotivo homenaje al gran poeta Osías
Stutman a raíz de su nonagésimo aniversario. En el acto participaron Juan
Bauti...
Hace 5 meses
1 comentario:
"EL RETO"
Enhorabuena a nuestro ganador: Mileto n'Ifara!!
La RESPUESTA:
Apuesto por una obra del siglo II d.C con la que me divertí como un niño y que no es demasiado conocida: Historias Verídicas de Luciano de Samosata. En principio, el libro comienza como un relato de viajes al uso clásico, pero luego deriva hacia lugares estéticos más bien comunes en la sci-fi futura: Viaje a la luna, vida extreterreste, hombrecitos vestidos con metal y vidrio (que se permiten ciertas licencias amatorias, juas) con ojos desmontables/intercambiables, guerras estelares, etc. De lo más curioso del libro es un extraño espejo para espiar la tierra que aporta la primera idea de televisión de la historia de la literatura.
Existe una obra similar un poco anterior, Las Maravillas de Más Allá de Tule, de Antonio Diógenes, pero está incompleta.
Os recomiendo especialmnte que leáis el fragmento en que se describe la vida cotidiana y hábitos amatorios de los selenitas. Una de esas costumbres/anatomías daría lugar unos cuantos siglos después a un homenaje que terminaría siendo un éxito literario underground en la Inglaterra de los 90s.
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El libro que "homenajeó" al Historias Verídicas de Luciano de Samosata es Cock and Bull, de Will Self, editado por Penguin books (en España por Anagrama como Patrañas. Nabo & Higo, Barcelona 1996). Es descomplicadamente cruelillo. Inocentemente tras-gender-gresor. Imagino que de no haber sido editado inmediatamnte después de la era Thatcher no hubiese causado la menor impresión.
El argumento: a un jugador de rugby le nace una adolescente vagina en la corva, y su médico se "enamora" de ella. A una mediocre ama de casa suburbana empieza a desarrollársele prodigiosamente el clítoris, y decide montarle a su prealcohólico y semialopécico maridito una "fiestecita sorpresa" para darle la bienvenida al nuevo miembro.
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